Cómo convivir con el silencio y no sucumbir al ego creador.
Las fotografías que ilustran este artículo son de Natura libres
Librería especializada en naturaleza y montaña en un pueblecito del Pallars Sobirà, oculto en un valle del Pirineo catalán dónde podéis hacer vuestras compras online si queréis apoyar a las librerías independientes.
En su tienda online tenéis una selección muy cuidada separada por temáticas, si os interesan los viajes y los entornos naturales en vuestras lecturas os recomiendo esta librería.
Creo que es una buena reflexión antes de empezar el año nuevo y és hacer énfasis en lo que me ha ido bien profesionalmente en estos casi dos años de trabajo con la novela gráfica Pedra de tartera y ese ha sido el mejor compañero de trabajo que he tenido en mi vida, y que ha venido para quedarse, el silencio.
Es realmente complicado no hacer publicaciones durante dos años. He aprendido a convivir con el silencio, porque a pesar de ser una persona extrovertida soy muy cauta con mi trabajo. Solo me pesa la cuota anual del pago del dominio y mi página web, 165 € al año.
Esta es la entrada que redacté justo cuando recibimos el encargo Maria Barbal y yo acompañadas de nuestra agente Berta Bruna y nuestra editora de columna Glòria Gasch.
Por contrato, moral personal y silencio creador necesité callar.
“Si un alma no puede guardar un secreto, también carece de la energía para desarrollarlo.”
1778 Die Verschwiegenheit (Angerona), Christian Jakob Schlotterbeck, Nicolas Guibal
Me interesa muchísimo la cultura romana, ya que es un batiburrillo de varias religiones europeas y norte africanas con las que la península itálica estuvieron en contacto. Tenían un culto bastante plástico adquiriendo cultos en principio paganos e incorporándolos a los suyos. Los romanos eran o éramos (latinos) bastante supersticiosos y tenían varios ritos al año.
El culto a Angemona, se celebraba en las calendas de diciembre y de enero, a finales y principios de año curiosamente.
Angerona, cuya festividad coincide con el solsticio de invierno, es la diosa de la angustia solar, de la crisis de fin de año, cuando el frío y la oscuridad que avanzan parecen acortar la distancia entre la vida y la muerte, y esperamos con angustia el regreso de la luz y el comienzo del nuevo año.
La diosa se representaba con la boca cerrada y sellada, porque quienes ocultan su dolor y ansiedad, mediante su resistencia, alcanzan el triunfo. Una diosa amordazada que imponía silencio.
Tanto Plinio como Solino, en un discurso más amplio centrado en la evocatio, eligieron el culto de la diosa como símbolo del valor del silencio en la cultura romana, un instrumento privilegiado para proteger a Roma de los enemigos.
La diosa Tácita, cuya institución se remonta a Numa, era invocada contra las malas lenguas y el lenguaje peligroso de otros y descrita como una musa muda y silenciosa, símbolo de la reserva apropiada. Así, Angerona es la diosa que ahuyenta la angustia, pero también nos ayuda a disimularla con estoica paciencia y decoro.
Desde el primer momento supe que tenía que llevar este proyecto en silencio por varios motivos, por contrato editorial, por ética profesional y por mi misma.
Los contratos editoriales por quien no lo sepa son notariales, de hecho tienen más folios que mi testamento y no es un decir… contraté mi testamento en el 2024 por consejo de una amiga notaria; algo vio en mis parientes que no le gustó visto lo que vivimos aquel año con la muerte de un familiar.
Esto lo digo ya que hay gente que me pide que les venda el libro y yo llevarme un beneficio pero en la séptima cláusula de mi contrato editorial me comprometí al firmarlo cumplirlo. Es algo que la gente no suele leer, la letra pequeña y yo en mis contratos editoriales voy añadiendo cláusulas a medida que pasan los años y las experiencias. Aprendemos a base de disgustos.
Referente a aparcar situaciones.
Estos años han sido como un experimento sociológico y traen cola ya que con la edad los problemas se multiplican. Situaciones a las que no podía atender, ya que premiaban las fechas de entrega y la atención a mi familia.
Digamos que el cómic me ha hecho de terapeuta.
¿Que no tienes tiempo? verás lo que es estar 4 horas en el hospital dándote puntos en la mano izquierda, lesión que aún me duele y el destino quiso que fuera una advertencia, por eso la mano izquierda y no la derecha.
¿Que quieres volver a Barcelona para tener 24 horas al día para poder dibujar? Te mando unos ladrones que además de llevarse algunos efectos personales te revuelvan tus recuerdos, para que te centres en que puedes dibujar hasta rodeada de bártulos con denuncias incluídas.
Espera que aún quedan más cosas… que no te da tiempo a recoger lo que te han tirado, tranquila que ahora te mando las reparaciones del techo que te van a llenar lo poco que te ha quedado de yeso, y todo eso es lo que puedo contar, lo simpático, lo que da risa.
Las fechas de entrega eran tan ajustadas que no había tiempo de cambios o disertaciones.
Era como estar en el templo de Dogen en el que a la mínima de cambio te daban un bastonazo con el keisaku para que no te distraigas en la práctica del zazen.
Os recomiendo la película El Zen, la vida de Dogen. Aquí os dejo con una nueva reseña, a mi esta película me cambió la vida cuando salió.
En el budismo Zen un Keisaku (警策?) es una vara plana de madera utilizada por el maestro del Soto durante los períodos de meditación para evitar el adormecimiento o lapsus de concentración. Las meditaciones son largas y no permiten que te concentres en nada, ni sonidos ni imágenes. Después de ver la película varias veces, me fui a un Dojo de zazen y la experiencia fue extraña, ya que nos pusieron de cara a la pared y nos enseñaron a entrenar a vaciar la mente. Algo tremendamente difícil, ya que tu mente se va a los quehaceres diarios y hay que redirigirla constantemente a la nada al Enso de la caligrafía china.
Asi que las páginas eran mi Enso y las complicaciones del destino o distracciones externas mi Keisaku. La advertencia a modo de golpes que me dice que no me distraiga y siga trabajando.
Lo fácil es irse de eremita a una montaña, lo difícil es bregar con la vida, con los hijos, con el hambre o el dolor de perder a tus seres queridos.
Otro consejo es tomar distancia con los ayudantes en el trabajo, con los vecinos en tu comunidad y con los parientes en tu familia. Ser seca y clara me ha salvado de más de una y más de dos situaciones desastrosas. Pero antes de aprenderlo y ponerlo en práctica lo tuve que sufrir y revertir con empeño férreo sin doblegarme ante mi propio llanto y noches sin dormir por los disgustos. De hecho este blog me sirve de desahogo silencioso, ya que pocas personas acceden a leerse este tochal.
Os doy un consejo que yo hago para leer papers o artículos que me interesan y poder trabajar mientras me informo. Pego el texto en el Google traductor y le doy al altavoz de la lengua en la que quiera escuchar el texto picado.
En nuestro caso trabajábamos juntas Maria Barbal y yo solas y es cierto que después de tantos años trabajando juntas ha habido cierta complicidad, pero los desvelos y las horas trabajando con el texto y las imágenes me lo tuve que comer yo sola. Documentándome antes de hacer el paginado y la selección de texto.
Os pongo unos enlaces bastante extensos para no repetirme.
En estos dos años de trabajo han aparecido actores secundarios con altas miras y egos más grandes que los míos: trabajo, familia, vecinos, amigos, desconocidos en la cola del súper, hasta una periodista que me quiso convencer de que la protagonista era morena y no pelirroja, porque ella ya se había equivocado en la filmación que no quiso repetir.
De verdad que tengo anécdotas de lo más kafkianas en estos dos años de vida en los que he tenido que ir aparcando necesidades externas por las mías. Referente al término kafkiano os recomiendo leer El proceso o La metamorfosis de Franz Kafka para entenderlo mejor.
Os dejo con la definición:
Kafkiano es un adjetivo que describe situaciones absurdas, angustiantes, ilógicas y opresivas, características de las obras del escritor checo Franz Kafka, como las burocracias laberínticas, la impotencia ante sistemas incomprensibles o la alienación humana, generando sentimientos de impotencia y desorientación.
Más que nada es que si pesa más el ego que las ganas de ser honesto y ético con las necesidades de los demás entonces surge la egolatría y el no reconocer el error. En un proyecto tan largo pasan muchas cosas a la vez y es algo de lo que quería profundizar en este artículo, ya que aquí abajo os pongo en situación.
Yo sé que soy novel o al menos lo era hasta ahora con respecto al gremio de viñetista, pero tengo mucha pasión en todo lo que hago. Me informo, leo mucho y luego si tengo dudas pregunto a verdaderos profesionales. Soy una persona testaruda y me cuesta relegar y más cuando tengo el peso de autora y más al lado de Maria Barbal y encima con un referente para muchos catalanes como lo és “Pedra de tartera”.
Esto tiene que ver con el silencio, mi silencio; aunque los demás griten o se atrevan a reclamar mi atención.
Con familia numerosa, los talleres en los centros cívicos, y el trabajo exhausto de viñetista no me queda tiempo libre para regalar mi energía a personas exigentes en su mayoría vagas, ya que son personas que quieren que les resuelvas conflictos en los que te quieren hacer partícipe para no hacerse responsables. Parientes, compañeros de trabajo o conocidos.
Los amigos son amigos porque precisamente no piden, solo ofrecen sus brazos en los que albergamos nuestro cariño.
Para acabar os doy otro consejo y ese es que huyáis como alma que lleva el diablo de las redes sociales y cultivéis vuestra empatía leyendo libros. A mi me ha salvado de no acabar con burnout.
Si queréis leer algunas reseñas mías os dejo con mi perfil lector de Instagram
Os alojo el vídeo podcast de Nazareth castellanos, que da bastantes claves para animarnos a guardar silencio.
Y este sobre el poder de la lectura.

